Reniego
de las palabras huecas,
meros fuegos de artificio
de soledades falsas
y desgarros fingidos.
Rimas atropelladas
asesinas del ritmo;
arabescos del arte
filigranas sin sentido.
Cuadraturas de círculos sonoros
estrofas buscando equilibrio
tormentas inventadas o soñadas
susurros de ángeles caídos.
Abandonad, tormentas inventadas,
la cueva de los sueños.
Sacudid, musas, mi espacio yermo.
Brota la tinta de mis dedos…
trazando la memoria de tantas heridas.
De mis ojos…
borrón de lágrimas esquivas.
Brota imparable
en un caos de líneas dolidas.
Dolientes palabras escritas con lágrimas ocultas.
ResponderEliminarTu poesía no necesita de rimas ni de filigranas. Contiene ritmo, no medida. En la cueva de tus sueños viven todas las musas. De tus dedos brota la sangre de tus heridas salpicándonos con desgarro, abriendo brecha en las nuestras. Tu poesía es valiente, limpia y sincera.
Hoy somos pocos los que conocemos tus letras, pero estoy segura que cuando alguien pase por aquí, no será la única.
Un abrazo muy grande.
Mercedes.
Hola, Carmen, llegué hasta tu espacio a través de un blog amigo, me pareció muy bueno, voy a quedarme por aquí como tu 3° seguidor, si me permites.
ResponderEliminarSi tienes ganas (sólo si tienes ganas), te invito a pasar por el mío.
Un saludo desde Argentina.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com