El que no inventa no vive.

Ana María Matute

jueves, 19 de mayo de 2011

Recuerdo de la madre muerta

Te recuerdo.

Te recuerdo firme.

Con la firmeza que te dio

la crueldad de una infancia robada.


Te recuerdo cálida.

Con la calidez que emanaba de cada beso

amigo de la noche

y compañero de la mañana.


Te recuerdo frente a mí.


Te recuerdo entera,

aun cuando tu cuerpo se engullía a sí mismo

para privarme de ti.


Acuéstate a mi lado, cielo,

me dijiste desde tu cama blanca.

Ya nadie me llama cielo.

1 comentario:

  1. Impresionante poema.
    Subrayo: "Te recuerdo entera,
    aun cuando tu cuerpo se engullía a sí mismo
    para privarme de ti."

    Aún tengo "la carne de gallina"

    Tu sensibilidad es exquisita, Carmen

    Un abrazo de "cielo" (nunca será el "cielo" de tu madre, pero ten por seguro que este también es verdadero)

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