El que no inventa no vive.

Ana María Matute

miércoles, 11 de mayo de 2011

Arráncame de mí


Si mañana mi nombre

no es más que el eco

vacío de una sombra que vaga.

Llámame.

Llámame como siempre.

Agita con mi nombre

el hueco que devora mi memoria.


Si mañana el espejo

me devuelve a una extraña

que se busca en mis ojos.

Mírame.

Mírame como siempre.

Arranca de mi imagen

la realidad perdida de lo que soy.


Si mañana mis labios

pronuncian silencios, tantos,

pero ningún “te quiero”.

Bésame.

Bésame como siempre.

Recuerda para mí

paraísos de un ayer olvidado.


Si mañana mi pierna derecha

no sabe que debe esperar

a que la izquierda se adelante.

Empújame.

Ayúdame a saltar.

Salto a la nada.

Que la nada abrace mi muerte

para que no mutile mi vida.

1 comentario:

  1. Estremecedor poema, pero cargado de amor: no dejes de llamarme..., de mirarme..., de besarme..., de empujarme para que la nada abrace mi muerte, para que no mutile mi vida.

    Hermosas letras, hermoso ritmo.

    Besos
    Mercedes

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