El que no inventa no vive.

Ana María Matute

jueves, 28 de abril de 2011

A salvo

¿A salvo de qué?


A salvo de amargas victorias.

No conocí la ilusión.


A salvo de engañosos parabienes.

La amistad no se detuvo a mi lado.


A salvo de éxitos frustrados.

Para eso pisé al débil.


A salvo de miserables hallazgos.

La desesperanza distrajo mi camino.


A salvo de vivir sin vivir

una vida que no es mía,

vida prestada que no me pertenece.

Su dueño la reclamará mañana.