Vivo fuera de mi cuerpo.
Tan lejos de mí…
Mil manos me empujaron.
Mil manos y un fusil.
Lágrimas calladas
ensanchando mares.
Puños cerrados.
–Adiós, madre.
Ya pisan los pies errantes
nuevas calles, nuevas plazas.
Cansados lloran los ojos.
¿Dónde quedó mi alma?
Buscadla mañana,
hijos de mis entrañas.
Buscadla.
Que en la noche más oscura
mi cuerpo duerma en su cama.